Hacha y hacha por el monte,
El monteador,
Hacha y hacha por el monte,
El monteador,
Viene cortando la noche
Antes que el sol,
El coronilla nudoso
Ya lo sintió,
Tala de costa oca roa
Cual bajara,
Tempetario arrayán
Cual volteara,
Los árboles serán acaso solidarios,
Digamos el castaño
De los campos silicios
Con el quebracho de entre ríos,
O los olivos de Jaén,
Con los sauces de Tacuarembo
Y avisará a la encina de vesfalia
Al flaco alerce del tirol
Que administre mejor su trementina
Y el caucho de para
O el baobab
En las márgenes del cuanza
Provocarán al fin
La verde angustia
De aquel ciprés
De la misión dolores
Que cabeceaba en FRISCO
California
Astillan sangre que salta
Hacha y sudor,
Astillan sangre que salta
Hacha y sudor,
Canta que canta el acero
Sin compasión
Como chilla la chicharra,
Calienta el sol,
Se sentirá el ombú
En su pampa de rocío
Casi un hermano
De la Ceiba antillana,
Los de este parque
O aquella floresta
Se dirán copa, copa
Que el muérdago
Otrora tan sagrado entre los galos,
Ahora es apenas
Un parásito con chupadores corticales, sabrán los cedros de Líbano
Y los caobos de Corintio
Que sus voraces enemigos
No son la palma de Camaguey
Ni el eucalipto de Tasmania,
Sino el hacha tenaz del leñador,
La sierra de las grandes madereras,
El rayo como látigo en la noche,
Hacha y hacha por el monte,
El monteador,
El coronilla temblando se derrumbó.