A los cerros tucumanos Me llevaron los caminos Y me trajeron de vuelta Sentires que nunca Se harán olvido. Un grillo feliz llenaba Su canto de azul y Enero Y al regresar a los llanos, Yo le iba diciendo Mi adiós al cerro. Como ese grillo del campo, Que solitario cantaba; Así, perdido en la noche, También era un grillo, Viday, mi zamba. Así, perdido en la noche, Se va mi zamba, palomitay. A los cerros tucumanos He vuelto en un triste invierno Tan sólo el monte y el río, Envuelto en mis penas, Pasar me vieron. La luna alumbraba el canto Del grillo junto al camino Y yo, con sombra en el alma, Pensaba en la ausencia Del bien perdido.