En el centro de la sala, delante de la mesa En el fondo del plato, comida y tristeza La gente se mira, se toca y se calla Y se desentra en el instante en que habla Miedo, miedo, miedo, miedo, miedo Cada uno guarda más su secreto Su mano cerrada, su boca abierta Su pecho desierta, su mano parada Lacada y sellada Y mojada de miedo Padre en la cabecera: Es hora del almuerzo Mi madre me llama: Es hora del almuerzo Mi hermana menor, negra cabellera Mi abuela me reclama: ¡Es hora del almuerzo! ¡Eh, muchacho! Y yo me estoy muy mozo para tanta tristeza Dejemos de cosas, cuidemos la vida Si no llega a la muerte o algo parecido Y nos arrastra mozo sin haber visto la vida O algo parecido, o algo parecido O algo parecido, aparecido O algo parecido, o algo parecido O algo parecido, aparecido