Hace tres o cuatro años Un martes como cualquiera Dos amigas festejaban En la mesa de aquel bar Un divorcio a la francesa Sin escándalo ni duelo Y preparaban el suelo Para volver a bailar Un estudio minucioso Del ambiente treintañero Les demostró en poco rato Una cruda realidad Y yo que estaba en el bar Mirando lo que miraban Escribí lo que pasaba Para poderlo cantar Cofradía de errantes En boliches de moda Silenciosos paseantes Con el alma de ronda Van sobre paralelas Pasando por la vida Imposible encontrarse En semejante rutina Anarquistas de la noche Amparados en la sombra Superhéroes sin corbata Desafiantes del azar No se tragan el anzuelo De unos ojos seductores A lo sumo los anotan En su agenda digital Sofisticadas princesas Con profesiones modernas Expertas en escurrirse Si el compromiso es mayor No dudan en acercarse Si la presa lo amerita Pero no pierden de vista La puerta para escapar Legiones de solitarios Se reparten la semana Escondiendo el corazón A quien se mete en su cama Dejan pasar el tiempo En el "Club de los martes" Como en un laberinto De espejos biselados Y son como cualquiera A la hora del sueño Evocan con nostalgia Lo que nunca tuvieron