Allí quedaba la luminosa Compradre y yo en sus ojos Temblando entero, allí reía su boca mansa Y yo muriendo Y yo en sus labios puro silencio, cumpay Aquellos ojos iluminaban mi pecho abierto Allí aleteaba la luminosa Compadre y yo queriendo Seguirle el vuelo Cuando sus ojos no me miraban No había cielo Yo me apagaba de sufrimiento Allí sus labios, si me nombraban, me daban miedo Compadre, acuda con su canto Le ruego, apague la luz de este recuerdo Que no me deja, que sin descanso cumpadre Alumbra tanto, que mata de desvelo. No se demore, aquí lo espero