Cae la tarde con sabor A rosa del metal La esfinge de oro y sal da un vuelco Planetario. Los impacientes se fueron sin esperar La simetría de otoño en su despertar Y es mi delicia aún caminar Por tu cornisa. Disparaste al cuerpo otra vez, Nunca fue tan fácil deshacerte de mí. Atiende el llamado a mi copa inmortal Y apaga siempre la luz. A lo mejor, cuando no quede nada más Que vos y yo, y este encierro de habitación, Sepamos que al oscuro veremos mejor. No hay sombras donde no hay luz. Antes, la excusa del después, Supo petrificar Los cuerpos Donde estaban. Y esa inocencia se fue con una señal Del álter-ego que estaba por estallar, Ahora te busco y sé bien en dónde encontrarte. Disparaste al cuerpo otra vez, Nunca fue tan fácil deshacerte de mí. Atiende el llamado a mi copa inmortal Y apaga siempre la luz. No habrá mejor guía en la oscuridad Que su forma eclipsando mi obsesión. Resulta ser agua para mi sed Lo que ayer fue inundación. A lo mejor, cuando no quede nada más Que vos y yo, y este encierro de habitación, Sepamos que al oscuro veremos mejor. Las sombras trajeron luz, Llevándome a un cielo incierto Donde mis huesos hablan.