Ya no te acuerdas de la mujer que fui yo Es esta misma que en la cara te está hablando No reconoces ni siquiera ya mi voz Y ahora me miras como si fuera un extraño Parece ser que todo ya se te olvidó Que las promesas que salieron de tus labios Se derritieron como hielo bajo el sol Y se apagó ese resplandor de aquella noche de verano Mas, yo, sí me enamoré Por eso no te olvidé Y aunque ahora tú me niegues los besos de tus labios Me muero por besarlos No digas que fue un error Jurarnos eterno amor Si en mis brazos tú temblabas, suplicando a puro grito No me dejes, por favor No me dejes, por favor No me dejes, por favor Ojalá que no puedas ni besarla en la boca Y al mirarla a los ojos que sospeche que hay otra Que la arranca a tu vida lo que ella no puede Que le arranca a tu sangre lo que no se atreve Ojalá que no puedas destapar la botella De tu vino caliente cuando duermas con ella Estoy harta del trueque de la hipocresía Que despierten sus pieles pensando en la mía Ojalá que no puedas hacerle el amor cuando duermas con ella Ojalá que no puedas hacerle el amor Ojalá que no puedas Ojalá que no puedas hacer que tu piel Se agigante de sueños Que se muera de ganas, que no tenga consuelo Que le sangren las manos si acaricia tu piel O acaricia tu pelo Ojalá que no puedas hacerle el amor cuando duermas con ella Ojalá que no puedas hacerle el amor Ojalá que no puedas Ojalá que no puedas hacer que tu piel Se agigante de sueños Que se muera de ganas, que no tenga consuelo Que le sangren las manos si acaricia tu piel O acaricia tu pelo