No sigas diciendo que un amigo tuyo Y tu propia esposa mancharon tu hogar Confiesa, cobarde, que ésa era una deuda Que tarde o temprano habría que cobrar Ésa era mi novia que tanto quería Una tarde, ingenuo, te la presenté Sentiste envidia al verla tan linda ¿Cómo siendo pobre yo la conquisté? Desde aquel instante a espaldas, cobarde Como tenías plata, le ofreciste más Hasta convencerla, porque tú eras rico Y mi novia un día por ti me dejó Al cabo de un tiempo la hiciste tu esposa Con mi propia novia fuiste mi rival Y yo seguí pobre, sin plata ni novia Mientras tú de brazos fuiste hasta el altar No olvides que un día fue que me invitastes A que yo la viera en tu propio hogar Para así humillarme y entonces vi claro Planear la venganza que había que cobrar Al ver a tu esposa, la que fue mi novia Yo leí en sus ojos que no era feliz No bastaba el oro, la riqueza tuya Y que me deseaba se lo comprendí Volví por la noche, cuando tú no estabas Y efectivamente mi plan no falló Tomé mi venganza, y me sorprendistes Ya ves que de nada tu oro sirvió Ahora ya puedes seguir pregonando Que yo fui el amigo que te traicionó Búscala si quieres, que ya está cobrada La deuda entre amigos saldada quedó Tú no eres mi amigo ¿Amigo de qué?