Aún creo en las miradas cristalinas y sinceras Creo en nuevas primaveras, nuevas lluvias y cascadas Creo en las cosas sagradas: el sol, la naturaleza Creo aún en la sorpresa simple de la honestidad ¡Y entre tanta fealdad Aún Creo En La Belleza! Aún creo en los rituales y en el canto consentido Creo en que nunca el olvido librará a los generales Creo aún en qué más vale la intuición que la cabeza Creo en la firme certeza del amor y la paciencia ¡Y entre tanta indiferencia Aún Creo En La Belleza! Aún creo en cada día Creo en cada amanecer También creo en el poder de la dicha y la alegría Creo aún en la porfia del que cae y se tropieza Creo en el Santo que reza y en el pecador que goza ¡Y a pesar de tanta cosa Aún Creo En La Belleza! Aún creo en el camino Que por más sinuoso que sea En el poder de una idea Y en qué el fruto se haga vino Creo aún en los vecinos que comparten una mesa Y en la leve sutileza del vuelo del picaflor ¡Y en medio de tanto horror Aún Creo En La Belleza! Aún creo en la sonrisa tierna de un desconocido En el desierto florido y en el caminar sin prisa Creo que migrar sin visa es un acto de grandeza Creo que no hay tristeza más grande que la alegría ¡Y entre tanta hipocresía Aún Creo En La Belleza! Aún creo en los abrazos, en la risa y en la paz En para que nunca más del cielo caigan bombazos Creo que tras el ocaso la noche no se embelesa Creo en aquel que profesa lo que vive de verdad ¡Y entre tanta vanidad Aún Creo En La Belleza! Aún creo en ser amable Y también en los poetas Creo en qué hay muchas violetas De talento inagotable Creo que no hay ningún sable más firme que una promesa Y en que cae porque pesa la infamia de una mentira ¡Y a pesar de tanta ira Aún Creo En La Belleza! Aún creo en los amores tiernos de la adolescencia Creo en mantener la escencia aunque cambien los colores Creo aún en los favores, la virtud y la simpleza Y en que la mayor riqueza habita en el corazón ¡Y entre tanta desazón Aún Creo En La Belleza!