Dijo el corazón que te encontré En el tumbo anfibio de la soledad Que hallé de tu labio un no sé que En la insomnica redada Que fue un juego de asco y de placer Un pasaje al beso que se echo a viajar Hasta el sueño obsceno de permanecer De incendio bajo tu almohada Y así crear en la insólita ventana La tempestad y gemir hacia la nada Gritar felicidad Y así fue como de sangre fue La marea que trazo el lugar Con las yemas que agitan poder Sobre música y batalla Y la fiesta ventilo su piel Y la noche se dejó arrastrar Por la fiera que olvido el edén En la culposa manzana Y así mirar de la erótica atalaya El temporal y en la cósmica guadaña Gritar felicidad