Vos tan allá, yo tan acá y sin embargo Yo estoy allá y vos acá, de vez en cuando Quiero viajar, acompañarte en los sueños Mi anzuelo en tus almohadas celestiales Tantos males en el mundo, hace falta el fuego interno Nos olvidamos de la diosa y del trueno en el pecho Y cuando yo te siento adentro, me elevo Y el tiempo transcurre lento Me conecto desde mis ancestros Al instinto que me dice que nuestro momento Estaba escrito en las estrellas Viajamos juntas a ellas Siento como tocas heridas, suavemente La mente no lamenta que te tomes la molestia De pedir permiso para entrar en mi templo Te regalo toda el agua que me nace desde el centro Si el corazón quiere cantar, ¿qué puedo hacer? Ayudar a que fluya en el viento Que sale por mi boca y se convierte en movimiento Sonido que vibra y siento Si el corazón quiere cantar, ¿qué puedo hacer? Ayudar a que fluya en el viento Que sale por mi boca y se convierte en movimiento Sonido que vibra y siento Ahora debo inventar un lenguaje nuevo Para poner en palabras todo lo que siento Y aunque lo intento Las que existen ni siquiera se acercan a este sentimiento Te quiero cerca pero no te quiero poner cerco Quiero la libertad de amar sin sufrimiento Sin etiquetas, inventarnos algo nuevo No acomodarnos a seguir algún libreto Por eso, te comparto este corazón nómada ¿Qué más da? La distancia no apaga esta llamarada Espero tu llamada Me gusta cuando hablas de lo que tanto amas Guerrera, derrumbemos las fronteras Hagamos la primavera Pon tus dedos en mi tierra Que no nos gane la guerra Que la sangre que nos nace Fertilice flores fieras Y el silencio, el amor que la renueva Si el corazón quiere cantar, ¿qué puedo hacer? Ayudar a que fluya en el viento Que sale por mi boca y se convierte en movimiento Sonido que vibra y siento Si el corazón quiere cantar, ¿qué puedo hacer? Ayudar a que fluya en el viento Que sale por mi boca y se convierte en movimiento Sonido que vibra y siento Guerrera, derrumbemos las fronteras Hagamos la primavera Pon tus dedos en mi tierra Que no nos gane la guerra Que la sangre que nos nace Fertilice flores fieras Y el silencio, el amor que la renueva