Aquella bombacha que fue blanca Hoy se encuentra casi casi toda negra Pero es un trofeo de guerra De muchas incansables maratones Y no pienso devolver esos calzones (no) Ni tirarlos porque nadie ya los usa Son el alma verdadera de esta musa Y el ritmo que late en mis canciones Están guardados en una cajonera Juntos a otros objetos de fetiche Y le rindo culto al cocoliche Al linyerismo voyeur de la borrachera Junto recuerdos y mil hojas rotosas Todo manchado por viejas sensaciones De hermosas corridas y reuniones Donde prodría sucedernos cualquier cosa El negro Dante transitado en las cornisas O Valentín empernando en los balcones Y los secuaces de Huguito acovachados En un rincón atrás de los mirones El menduco siempre duro como un perro Y los mareados desmayados por doquier Las chicas agitando la caderas y calentando La croqueta de la gente hasta arder Es la flor de mis heridas Que se abre cualquier día Y me despierta por las noches Sudando y extrañándote Festejos infinitos sin motivo Quilombos espontaneos de semana Rebueltas furibundas en la cama Ingestas continuadas sin estilo, eh Pero todo lo que tuvo que pasar (pasó) De uno u otro modo haya pasado (¡ajá!) Por eso es que los trastos van guardados Para que nunca nadie se me olvide Y en abierto homenaje a aquellos días A las noches desbordantes de locura Evocando increíbles aventuras Cargo historias de múltiples quilates Galanes, divas y primates Psicópatas y locos de remate (¡ajá!) Todos mezclados en una misma pieza Servidos como peces en bandeja A veces en las noches de mal sueño O en las tardes de domingo domingueras Hurgo en los placares encerrados Entre prendas y papeles olvidados Y descubro de pronto en mi guarida Tu sucia bombacha preferida La huelo muy profundo y cobro vida Tu fragancia femenina que es la flor de mis heridas Es la flor de mis heridas Que se abre cualquier día Y me despierta por las noches Sudando y extrañándote Es la flor de mis heridas Que se abre cualquier día (y se la da de wilde la boluda) Y me despierta por las noches Sudando y extrañándote (para Pricila y su anvil) Es la flor de mis heridas Que se abre cualquier día (Nohelia) Y me despierta por las noches (la loca del Mar del Plata) Sudando y extrañándote Es la flor de mis heridas (y sí) Que se abre cualquier día (y el facho Igardi, Úrsula) Y me despierta por las noches (la más saquita sí, la más saquita también) Sudando y extrañándote