Esos poetas indeseables Los que parecen vagabundos Los delirantes desdentados Son las antenas de otros mundos Están viajando en una escoba Lejos del día intransitable Por no morirse en una pieza Con su guitarra miserable Brujos, ladrándole a la luna Perros flacos Científicos paganos, pajarracos Al borde del pretil Colgándole el añil Estrellas Hay otra radio en su cabeza Lo que los nutre los devora El tiempo pasa, pisa y pesa Y la ciudad que los ignora Ellos le apuntan y abren fuego Con azucenas y glicinas Pero ella es un soldado ciego Que te acribilla en una esquina Brujos, ladrándole a la luna Perros flacos Científicos paganos, pajarracos Al borde del pretil Colgándole el añil Estrellas Por fuera de las luces de la calle principal Siguiendo alguna órbita secreta Rompiendo el pentagrama de esta jaula universal Llorando cuando ríe la careta Pateando la basura que dejó la bacanal Corriendo a contramano de la meta Rompiendo las vitrinas con un grito de animal Riendo cuando llora las careta Brujos, ladrándole a la luna Perros flacos Científicos paganos, pajarracos Al borde del pretil Colgándole el añil Estrellas Brujos, ladrándole a la luna Perros flacos Científicos paganos, pajarracos Al borde del pretil Colgándole el añil Estrellas