He cantado tanta muerte Y muertos de mi costado, Y a manera de inventario, Trescientas cruces de palo. Expulsé los desamores, El olvido y otras dudas. Y con lámparas heladas He desmembrado la luna. Pero también fui testigo Del horror de mis hermanos. De mi juventud herida en tiempo de los tiranos... Tiranos y dictadores, Doctores de la picana, Maestros de las dolores, No tendrán nunca un mañana... Humillados y ofendidos, Ya vamos por nuestro día Je me souviens Yo me acuerdo Cómo olvidar los rituales, Los puntapiés, Los insultos, Mis queridos oficiales. Porque ningún general de cívicos militares Será recordado nunca, Sólo desprecio y vinagre