El maíz del Anáhuac, El maíz de olas fieles, Cuerpo de los mexitlis, A mi cuerpo viene. En el viento me huye, Jugando a que encuentre, Y me cubre y baña El Quetzalcóatl verde De las colas trabadas Que lame y que hiere. Riendo risa india Que mofa y consiente, Voy ciega en marea Verde resplandeciente, Braceando la vida, Braceando la muerte. El Anáhuac lo ensanchan Maizales que crecen. La tierra, por divina, Parece que la vuelen. En la luz solo existen Eternidades verdes, Y México se acaba Donde el maíz se muere. Mazorcal del aire Y mazorcal terrestre, El tendal de muertos El Quetzatcóatl verde, La mano en la mano, Se velan y tienen. La beso con beso Que a nada desciende Le siembra la carne En el Anáhuac leve, Donde llama un cuerno Por él todo vuelve... El santo maíz sube En ímpetu verde, Y dormido se llena De tórtolas ardientes. El dios que lo consuma, Es dios que enceguece. Y México se acaba Donde el maíz se muere. El pecho del maíz, El ojo del maíz, El habla del maíz, En valva y valva envuelve. Maíz de nuestra boca Lo coma quien rece. Y así tiembla el pulso En trance de cogerle Y así canta la sangre Del arcángel verde. El cuerno mexitlis De maizal se vierte Grano rojo y negro Dorado y en cierne, Sueño sin Anáhuac Me cuenta mi muerte.