Ya estaba olvidado, mi amor fracasado Y llegaste tu Ordando el pasado, como en un techado de razo y tizu Divina sorpresa que dio a tu belleza fragante y triunfal La suave promesa, de un amor que empieza como un madrigal Tu piel de azucena, recojio el poema de mi soledad Y en tu frente buena, como una diadema borro mi ansiedad Tu boca preciosa, y el sueño de rosa de tu palidez Provoco impetuosa la inquietud curiosa de amar otra vez Ya estaba olvidado tu amor fracasado y llegaste tu