Voy a contar una historia que me conmovió De una joven inocente que se enamoró Y se entregó por completo, nunca imaginó Que con el pasar del tiempo tendría un dolor Él la engañó, le juró amor y al descubrir que ya en su ser Se gestaba el fruto de aquel cariño No le importó y se alejó con gesto cruel, diciendo que Ese hijo ella no podía tenerlo Llorando tristemente decía: "Dios no puede ser" Que el padre del hijo que en mi llevo hoy pretenda que, Que renuncie a darle la vida y desista de él Llorando aquella joven le dijo ¡Tiene que nacer! Inocente es, no tiene maldad, fruto del amor Del que yo le di Inocente es, no tiene maldad, fruto del amor Del que yo le di Y te lo canto con sentimiento, Hebert Vargas Dios hace muy bien sus cosas ¡Escúchame! Que la fe mueve montañas Lo sé muy bien No te avergüences del hijo que va a nacer Porque es un fruto bendito que hay que querer Tienes que ser fuerte mujer Hay que sufrir y hay que llorar Pero estoy seguro, sé que tu vida cambiará Resignación, mucho valor Hay que tener para entender Que ahora te toca hacer de madre y de padre también Camina y no escondas la mirada, nada hay que temer Que a la vuelta de cualquier esquina se encuentra un querer Pero ese hijo que en el vientre llevas, es parte de ti Sonriendo comprendió mis palabras y volvió a decir Inocente es, no tiene maldad Fruto del amor, del que yo le di Inocente es, no tiene maldad Fruto del amor, del que yo le di Inocente es, no tiene maldad Fruto del amor, del que yo le di Inocente es, no tiene maldad Fruto del amor, del que yo le di