Si supieras lo mucho que yo he sufrido Si pudieras saber lo que he llorado Nunca más volverías de nuevo al nido Que una vez ya dejaste abandonado. He sentido tu ausencia intensamente, Pues jamás te creí tan ruin y falsa, Solitario he sufrido amargamente Evocando los besos que tú me dabas. Besos que un tiempo daban placer y dicha, Besos que conseguían borrar resabios, Tornáronse en veneno, por mi desdicha, Y por borrarlos, loco, mordí mis labios. He llorado en silencio cual llora un niño El día que tú dejaste mi hogar querido Todo se ha muerto junto con mi cariño, Mi dulce ensueño de oro desvanecido Vuelves arrepentida de nuevo al nido, Pero tanto he luchado por olvidarte Que tras mucho pedirlo logré el olvido, De mi mente por siempre pude alejarte. No te acuerdes jamás de aquellas horas No recuerdes que un día te he querido, Me da pena mirarte, di por qué lloras, Vete ya por piedad, ¿por qué has venido