En el hostal "La vida" se hospedó el latido. Y aún sin luz en los ojos se vistió de llanto, Entonó su canto, se calzó el camino Y a las ubres del aire se hizo adicto. Ya con luz en los ojos, escudriñó la oscuridad Olió el tufo de la copia, el perfume de lo original Palpó las alas del viento y acarició la zarza Oyó la voz del silencio, del silencio de las palabras Probó lo dulce y lo amargo, bebió el agua de la sed, Sintió el empacho del hambre, supo ganar sin vencer. Mientras viva, vivirá la vida. Cuando muera, vivirá la muerte. Con sus miedos echa buenas risas Y en su cornisa, baila valiente. Y en su cornisa, trota valiente. Avanzó despacio para llegar muy lejos Abrevó en charcos que imploran tormenta. Se bañó en el sol, se curtió el pellejo Y le cogió gusto a seo de abrir sendas. Se sentó en el movimiento de su pensamiento Abrió un museo de rejas limadas Colgó su frio de clavos ardiendo Conoció blancas noches sin madrugadas Probó lo dulce y lo amargo, bebió el agua de la sed, Sintió el empacho del hambre, supo ganar sin vencer. Mientras viva, vivirá la vida. Cuando muera, vivirá la muerte. Con sus miedos echa buenas risas Y en su cornisa, baila valiente. En su cornisa, trota valiente. Ya sabes que yo sin ti, no hago camino Le dijo el corazón a su amigo el latido. Ya sabes que yo sin ti, no hago camino Le dijo el corazón a su amigo el latido, A su amigo el latido.