No sangra el viento aun durmiendo entre rosales Ni aunque se enrede en nubes de alambre de espino No sangra el viento por más que lluevan cristales No sangra el viento ni clavándole cuchillos No sangra el viento porque juegue en un zarzal No sangra el viento cuando se cae al vacío Ni al meterse en líos de navajas enfadás Ni al pincharse con juncos cuando bebe en el río El viento sólo sangra cuando llevas tu pelo recogío Cuando no te pones falda, cuando ya barrunta el frío Y se acabó rozar tu espalda, se acabó rozar tu ombligo Entonces el viento sangra, sangra por sus ojillos Tiene alergia a la manga larga y el invierno ha aparecío Y tú no sales de casa. Y el viento muerto de frío Tú te arropas con mantas y él sopla con más brío En la puerta de tu casa están sangrando ojillos No sangra el viento aunque le arañen los gatos Ni al sentarse un rato en el lomo de un erizo Ni al bailar desnudo cuando pescan los albatros, Ni al caminar descalzo por abrojosos caminos. No sangra na aunque se corte las venas No sangra na porque se abrace a chumberas No sangra na por más que coja carrera Y se estrelle, de frente, otra vez, contra tu puerta. El viento sólo sangra cuando llevas tu pelo recogío, Cuando no te pones falda, cuando ya barrunta el frío Y se acabó rozar tu espalda, se acabó rozar tu ombligo Entonces el viento sangra, sangra por sus ojillos Tiene alergia a la manga larga y el invierno ha aparecío Y tú no sales de casa. Y el viento muerto de frío Tú te arropas con mantas y él sopla con más brío En la puerta de tu casa están sangrando ojillos