Me he acostumbrado, a soñar con tu risa, los días amargos en que no te tengo. Me he acostumbrado, a dormir a tu lado las noches de invierno. Me he acostumbrado, ha no pedir perdón, ha no hablar del rencor y saber que te quiero. Me he acostumbrado, ha no ser el alfil dentro de este tablero. Me he acostumbrado... Me he acostumbrado... Me he acostumbrado... Me he acostumbrado... Me he acostumbrado, a fingir a reír a llorar y ha decir no estoy de acuerdo. Me he acostumbrado, ha echar a perder todos mis sueños. Me he acostumbrado, a lo bueno lo malo al cansancio al error y al mal ajeno. Me he acostumbrado, ha no ser esa piedra dentro del mechero. Me he acostumbrado... Me he acostumbrado... Me he acostumbrado... Me he acostumbrado... Me he acostumbrado, al olor de tu cuerpo al veneno que tienes dentro. Me he acostumbrado, al silencio a lo amargo al temor al poder ser esa foto en la pared Me he acostumbrado... Me he acostumbrado... Me he acostumbrado... Me he acostumbrado...