Esta es la tierra de nadie Y del que tiene más Luchemos ahora con puños Por nuestra libertad Tenemos nuestras manos Y nuestro respirar No dejes que te engañen No dejes tu conciencia robar Teníamos por madre la tierra Nuestro padre era el sol Hoy sólo nos queda cenizas En el templo de nuestro dios Atahualpa lo dijo ya Eres un demonio atroz Destruiste mi tierra por oro Mas su espíritu jamás murió. Un grito se escapa, Buscando despertar De aquella infamia que nadie olvidará Un grito se escapa ya no resisto más ¡Es mi último aliento, que todos escucharán! Manchas con sangre tus manos A fin de poder comer Y matan a nuestros hermanos Por sus leyes imponer Si al silencio he de renunciar Hasta mi vida la he de dar No es tiempo de callar ¡Hoy reclamemos mi tierra!