Siento una luz bajo mis parpados. Tus dedos, pies guepardos libres, eléctricos Millas para correr y acercarme al fuego. No puede ser mas enemigo mío, más salvaje Más oscuro y frio, Logra temblar como un crio. Y ya, conozco el juego: Tú siempre quieres tenerme detrás. El cielo rojo es mi juez, nadie más. Beberás el veneno. Sólo una chispa nos separa de una estrella fugaz. Y muerdo la fruta despacio Y en un potro cabalgo despacio. Cocinamos la huída. Oigo tormenta de lejos, Se mete en mis huesos; te vas a quemar. Sideral. Sin pensar demasiado me das, Lo toco y entonces se va. Final sin despedida. Sabré nada por ese río de aguas calientes Donde nada importa realmente. Si te pongo en mis rodillas ya somos cosmos. Relámpagos; locos cromados drogados, Nada puede pararnos. Tocarnos, explotamos y aquí juntos acabamos. Y cuando el tiempo se pare me iré. Una bengala esta noche seré Cuando llegue el momento.