Hallé una flor un día en el camino Que apareció marchita y desojada Ya casi pálida, ahogada en un suspiro Me la llevé a mi jardín, para cuidarla Aquella flor de pétalos dormidos A la que cuido y con toda el alma Recuperó el color que había perdido Porque encontró un cuidador que la regara Le fui poniendo un poquito de amor La fui abrigando en mi alma Y en el invierno le daba calor Para que no se dañara De aquella flor hoy el dueño soy yo Y he prometido cuidarla Para que nadie le robe el color Para que nunca se vaya ♪ De aquella flor brotaron tantas cosas Surgió el amor que ya estaba perdido Y con la luz del sol se fue la sombra Y con la sombra, la distancia y el olvido Le fui poniendo un poquito de amor La fui abrigando en mi alma Y en el invierno le daba calor Para que no se dañara De aquella flor hoy el dueño soy yo Y he prometido cuidarla Para que siempre esté cerca de mí Para que nunca se vaya Para que siempre esté cerca de mí Para que nunca se vaya Para que siempre esté cerca de mí Para que nunca se vaya