No voy a pedir nada que no puedas darme, nada que no merezca No hay nada que me calme, nada que no me pertenezca Por eso en la distancia corta, ya nadie me engaña Me siento un lobo que bajo de la montaña Piensan que estoy quedando solo como Gran Bretaña Perdiendo mi juventud, encerrado, Montserrat en Musarañas Yo ya dejé de demostrar cosas, de pedir cosas, de ganar cosas Tengo sangre y callos en mis manos, a parte iguales Aprendí que el mundo no se rige por mis ideales Compartiendo un café con mis rivales, pero No siempre fueron buenos mis modales Perdí los nervios, no así mis principios El opio para el pueblo, yo estoy limpio Escriben crimen y violencia en la ciudad de dios La eterna conquista a la lista de los ídolos No me sienten, no saben lo que es luchar No me encuentran, piensan tienen libertad Si me olvidas, otro ocupa mi lugar Aún no es tarde, aún no es tarde No es tan importante el talento como el sacrificio No están cavando una tumba, están cavando un precipicio El mundo ha cambiado, mis ojos han cambiado La música ha cambiado, las reglas han cambiado Por eso no comparto mi vida con suicidas Por favor diles a todos que me despidan Yo ya no tengo tiempo, para todas sus mentiras Están robando el aire que respiras Y tengo claro que es imposible que no me guarden rencor Es inevitable hacer camino sin dolor No me juzgues tan terrible por darle un poco de amor Y que si para ti soy un traidor También hay pactos sin razón, con desazón, sin corazón Como mirarte al espejo y no poder decir este soy yo Durante un tiempo fuimos cómplices Me sentí Alberto Ammann en Celda 211 No me sienten, no saben lo que es luchar No me encuentran, piensan tienen libertad Si me olvidas, otro ocupa mi lugar Aún no es tarde, aún no es tarde Jamás podréis matar mi obra, fusilado como García Lorca Necesito tiempo, para volver a creer Para mirar donde otros solo ven Me siento un niño, en el Faro de las Orcas